jueves, 26 de abril de 2012

Prototipo del 'RoboGuard'. | Efe

Los reclusos de la prisión surcoreana de Pohang que estuvieran planeando su huída se han encontrado en los últimos días un obstáculo adicional. Se le conoce como RoboGuard, es inmune a las balas o los golpes y ha empezado a patrullar las instalaciones de la cárcel armado con cámaras 3D, altavoces, micrófonos y un sistema informático que le permite alertar a sus colegas humanos de cualquier riesgo para la ley y el orden.

Sus creadores aseguran que garantiza un futuro de seguridad y bajos costes en presidios de todo el mundo.

Los tres primeros modelos de RoboGuard operan ya en la penitenciaría de Pohang, una localidad de medio millón de habitantes situada en la provincia surcoreana de Gyeongsang del Norte. Aunque su versión real no porta armas, el guardia robótico podría haber encontrado su inspiración en 'Robocop', el policía que en la película de Paul Verhoeven lucha contra el crimen en las calles de Detroit.

La habilidad más destacada de los nuevos guardias de Pohang es su capacidad de determinar, mediante el complejo programa que analiza gestos, sonidos y movimientos, el estado de estrés o agresividad de los reclusos a su cargo.

"El primer funcionario de prisiones robótico del mundo", como lo han descrito sus creadores, mide poco más de 150 centímetros y puede ser controlado desde un ordenador o un iPad. También ha sido programado para patrullar de forma autónoma las instalaciones de la cárcel, regresando a su base para recargar la batería cuando sólo le resta un 20%.

El verdadero objetivo del proyecto es rebajar los costes de personal en las prisiones y delegar la vigilancia en robots que pueden permanecer activos las 24 horas del día, sin mostrar agotamiento o bajar la guardia. Los responsables del proyecto han incidido en que en ningún momento esperan que las máquinas entren en contacto con los internos o pongan fin a motines.

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