R: En contra de los actuales informes sobre que el GPS no estaba funcionando, ambas fuentes potenciales de error se sitúan en los componentes electrónicos antes del detector real de OPERA. Tenemos un receptor GPS en el laboratorio de superficie. Desde allí, un cable de fibra óptica de 8 km recorre el Túnel de Gran Sasso hasta el laboratorio con el detector OPERA. El cable de fibra de vidrio está conectado a una pequeña caja, la cual convierte la seña óptica en una electrónica. Ésta llega al reloj maestro de OPERA en el túnel, justo antes del detector.
P: ¿El cable óptico se apretó torcido/inclinado/sesgado?
R: Con algo de trabajo de investigación y suerte, nos dimos cuenta de que la diferencia la creaba la forma en que se conectaba el cable. Dependiendo de la posición de la conexión, la señal traducida podía retrasarse. Detectamos que si el cable estaba inclinado sólo un poco respecto de la posición ideal, la caja pequeña sólo recibía partes de la señal. Dependiendo de la amplitud de la señal de entrada, el retardo podía ser de hasta 100 ns.
P: Entonces, la conexión torcida podría provocar que los neutrinos se moviesen más lentamente de lo que en realidad se midió…
R: Sí. No sabemos cómo de torcida estaba en realidad la conexión en el momento de nuestras medidas del año pasado. Por consiguiente, no sabemos el retardo real. Actualmente sólo podemos juzgar la magnitud del efecto. Estamos trabajando en el cálculo del efecto del enchufe basándonos en otros datos del detector. Esto llevará algún tiempo. El cable podría perfectamente ser la causa de los neutrinos superlumínicos.
P: Pero también está la corrección que necesita el reloj principal tras la caja pequeña.
A: El reloj principal contiene un oscilador. Vimos que el valor real del reloj principal difiere de un valor medido con anterioridad. Tenemos que corregir éso. Pero corregirlo aceleraría aún más los neutrinos. Por el momento parece que ambos efectos juntos pueden explicar la diferencia de 60 ns medida. Por tanto, mediríamos el tiempo exacto de llegada de los neutrinos como si hubiesen viajado a la velocidad de la luz.
P: ¿Cuál es el error de medida previsto?
R: Estamos realizando el análisis. Esperamos cuantificar el error en la medida para dentro de un par de semanas. En cualquier caso, tenemos que volver a medir con un nuevo haz de neutrinos. Es obvio.
P: ¿Y esto pasará en Mayo?
R: Sí. Para entones también podremos usar otros detectores de neutrinos – Borexino, LVD, Icarus – también situados en el Túnel de Gran Sasso, para las medidas del tiempo de vuelo. Esta sería una oportunidad para comparar todos los resultados de manera directa. Tendremos hasta cuatro sistemas distintos de medida del tiempo. Esto es importante para la credibilidad. Tenemos que medir con la máxima precisión y redundancia.
P: ¿Qué pasaría si las medidas arrojan los mismos resultados?
R: No podemos quedarnos satisfechos incluso si se desvanece el efecto de los neutrinos superlumínicos. Tenemos que buscar más posibles fuentes de error. Tenemos que comprobar el GPS y la distancia entre la fuente y el receptor. No hemos completado aún nuestra lista de comprobaciones. Por tanto, no sabemos si hay más fuentes potenciales de error.
P: ¿Cómo se gestionó todo el júbilo?
R: Ya lo vimos. Por supuesto, se nos ha preguntado por qué publicamos tan pronto. Algunos operadores de OPERA nos advirtieron de ésto.
P: Es inusual admitir errores de medida.
R: Sopesamos durante mucho tiempo si debíamos realizar este anuncio. La mayoría de los colaboradores decidieron a favor. Es importante para nosotros encontrar nuestros propios errores potenciales antes de que otros experimentos los señalen. Esto trata de credibilidad y ser capaz de criticarte a ti mismo. Por encima de todo está la credibilidad de otras medidas de OPERA – por ejemplo las medidas en la oscilación de los neutrinos con las que queremos demostrar que los neutrinos creados artificialmente cambian de identidad.
P: Sra. Hagner, gracias por la entrevista.
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