El astrónomo de la NASA Sten Odenwald, explica que tres días antes se había registrado una explosión solar que expulsó millones de toneladas de gas, con una fuerza similar a la de miles de bombas nucleares explotando a la vez. La nube se dirigió a la Tierra, y la llamarada resultante, además de provocar auroras boreales que se pudieron ver en Florida o Cuba, causó inmediatamente interferencias en la onda corta de radio. Por ejemplo, la Radio Europa Libre de Rusia se quedó sin señal, creyendo que había sido obra del Kremlin.
Pero los efectos provocados por esta tormenta no quedaron ahí. Durante la tarde del 12 de marzo, la enorme nube de plasma solar (un gas cargado por partículas eléctricas) alcanzaba finalmente el campo magnético de la Tierra. Las corrientes eléctricas causadas encontraron un punto débil en la red energética de Quebec, lo que provocó un corte que duró 12 horas, dejando a millones de personas sin luz. En el espacio, la tormenta también se hizo notar. Algunos satélites se quedaron sin control durante horas, e incluso la lanzadera Discovery tuvo problemas.
Los ingenieros eléctricos y los científicos especializados en el espacio siguen contando “el apagón de Quebec” como un ejemplo de lo que puede ocurrir con una fuerte tormenta solar. No obstante, la intensidad de aquella ocasión se produce de forma bastante rara, según Odenwald. Los ciclos típicos de las manchas solares pueden producir al menos dos o tres grandes tormentas por lo que, como subraya el astrónomo de la NASA, cuánto más se pueda conocer sobre estos fenómenos, más preparados podremos estar para la próxima tormenta potente que pueda suceder.
Así es una explosión solar afectando a la Tierra
En esta animación de la NASA se muestra un ejemplo de erupciones solares y eyecciones de masa coronal (EMC), asociadas a nubes gigantes de plasma en el espacio. Se trata de las mayores explosiones en el sistema solar, y son causadas por la acumulación y la liberación repentina de tensión magnética en la atmósfera solar por encima de las gigantes manchas solares. Las EMC pueden causar tormentas magnéticas que afectan a los sistemas de comunicación, las redes eléctricas y a los astronautas en el espacio.
Qué es una tormenta solar
Una tormenta solar se produce cuando una eyección de masa coronal (EMC), una llamarada proveniente del sol, choca con la magnetosfera terrestre. La onda de choque de viento solar llega entre 24 y 36 horas después de la explosión.
El fenómeno se produce básicamente en tres etapas. La primera, la erupción solar, tarda ocho minutos en llegar, y puede alterar las comunicaciones por ondas y las órbitas de los satélites. Posteriormente, se produce una tormenta de radiación, un bombardeo de radiación contra la Tierra que puede afectar a las redes eléctricas y a los astronautas que no estén debidamente protegidos. Finalmente la EMC es la onda más peligrosa, ya que daña a los satélites, los transformadores eléctricos y las comunicaciones.
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